Cuando era pequeñito iba en mi taca-taca.
Lo primero que aprendà fué ¡ataca! ¡ataca!
¡ataca! ¡ataca! ¡ataca!
Aprendà a caminar y me dieron una estaca,
recuerdo que aquel año maté cuarenta vacas.
Y no eran vacas flacas.
La primera comunión yo la hice con resaca,
con un parche en el ojo y ron en la petaca.
¡petaca! ¡petaca! ¡petaca!
Luego, de mayor, siempre daba la matraca.
A mi madre le saqué los ojos con la faca.
¡la faca! ¡la faca! ¡la faca!
Luego me casé con una mujer manÃaca
que rebaña con pan, en el water, la caca.
¡la caca! ¡la caca! ¡la caca!
Nos pasábamos el dÃa mete-saca, mete-saca
y luego, por la noche, yo curraba de machaca.
¡machaca! ¡machaca! ¡machaca!